Cómo aplicar el iluminador
¿Dónde se debe aplicar el iluminador?
El iluminador se debe aplicar en las áreas del rostro que deseas resaltar o iluminar. Algunas de las áreas más comunes donde se aplica el iluminador incluyen:
Los pómulos: Aplica el iluminador justo encima del hueso del pómulo para crear una apariencia más definida y estructurada.
El puente de la nariz: Aplicar una pequeña cantidad de iluminador en el puente de la nariz puede ayudar a crear la ilusión de una nariz más delgada y perfilada.
El arco de Cupido: Aplicar el iluminador en el arco de Cupido, justo encima del labio superior, puede ayudar a destacar los labios y hacer que parezcan más llenos.
El hueso de la ceja: Aplicar el iluminador debajo de la ceja puede ayudar a levantar y abrir el ojo.
La zona central de la frente: Aplicar el iluminador en el centro de la frente puede ayudar a dar la ilusión de una frente más amplia.
Recuerda que el iluminador es una herramienta de maquillaje para resaltar tus rasgos y crear un efecto de brillo en la piel, así que siempre aplica el iluminador con moderación y difumina bien para conseguir un aspecto natural y elegante.
¿Cómo se debe aplicar el iluminador en el rostro?
Prepara tu piel: Antes de aplicar cualquier maquillaje, asegúrate de que tu piel esté limpia e hidratada.
Elige el iluminador adecuado: Existen distintas texturas y tonalidades de iluminador en el mercado, así que asegúrate de elegir uno que se adapte a tu tipo de piel y al look que deseas conseguir.
Aplica el iluminador: Utiliza una brocha o una esponja para aplicar el iluminador en las áreas que deseas resaltar. Si utilizas una brocha, asegúrate de que esté limpia y seca antes de empezar a aplicar el iluminador.
Difumina bien: Para conseguir un aspecto natural y elegante, es importante difuminar bien el iluminador después de aplicarlo. Puedes utilizar una brocha limpia o una esponja para difuminar el producto y evitar que queden líneas o manchas.
Ajusta la cantidad: El iluminador es una herramienta de maquillaje que se aplica con moderación, así que asegúrate de no aplicar demasiado producto y de que el resultado final sea sutil y elegante.
Termina el maquillaje: Después de aplicar el iluminador, puedes continuar con el resto de tu maquillaje, incluyendo la base, el corrector, el rubor y cualquier otro producto que desees utilizar.
Recuerda que la aplicación del iluminador puede variar según las preferencias y necesidades de cada persona, así que experimenta y encuentra la técnica que mejor se adapte a ti.
¿Cómo se aplica el iluminador antes o después del maquillaje?
La aplicación del iluminador puede hacerse tanto antes como después del maquillaje, y en realidad depende del efecto que desees conseguir y de tu rutina de maquillaje personal. Aquí te explico las dos opciones:
Antes del maquillaje: Si deseas un efecto más sutil y natural, puedes aplicar el iluminador antes de aplicar la base de maquillaje. Esto ayuda a que el brillo del iluminador se mezcle con la base y se integre en la piel, creando un aspecto luminoso pero discreto.
Después del maquillaje: Si deseas un efecto más dramático y evidente, puedes aplicar el iluminador después de aplicar la base de maquillaje. De esta manera, el iluminador resaltará aún más sobre la piel y creará un aspecto más llamativo y brillante.
En ambos casos, es importante asegurarse de difuminar bien el iluminador para evitar que queden líneas o manchas y conseguir un aspecto natural y elegante. También puedes ajustar la cantidad de iluminador según tus preferencias personales y el look que desees conseguir.
¿Cuál es la brocha para aplicar el iluminador?
Existen distintos tipos de brochas que puedes utilizar para aplicar el iluminador, y en realidad la elección depende de tus preferencias personales y del efecto que desees conseguir. Aquí te presento algunas de las brochas más comunes para aplicar el iluminador:
Brocha abanico: Esta brocha tiene forma de abanico y es ideal para aplicar el iluminador de manera sutil y difusa. La brocha abanico es perfecta para aplicar el iluminador en áreas más grandes del rostro, como los pómulos o la frente.
Brocha de punta redonda: Esta brocha tiene la punta redondeada y es ideal para aplicar el iluminador en áreas específicas del rostro, como el arco de Cupido o el puente de la nariz. La brocha de punta redonda también puede utilizarse para difuminar el iluminador y conseguir un efecto más natural.
Brocha de lengua de gato: Esta brocha tiene una forma plana y angulada y es ideal para aplicar el iluminador en áreas más pequeñas y precisas del rostro, como los ojos o los labios. La brocha de lengua de gato también puede utilizarse para aplicar el iluminador en las clavículas o los hombros.
Recuerda que la elección de la brocha también puede depender del tipo de iluminador que utilices, así que experimenta y encuentra la brocha que mejor se adapte a ti. Además, es importante mantener las brochas limpias y secas para evitar la acumulación de bacterias y conseguir una aplicación más suave y uniforme.
** Nota: antes de nada decirte, que no me han pagado por recomendar nada, y todo lo que leerás aquí es bajo mi experiencia. Si recomiendo algún producto, es porque me lo he comprado yo de mi bolsillo. Es decir, que no me regalan nada, y por tanto no estoy en el compromiso de decir si algo es bueno o no. Sí que a veces utilizo enlaces de afiliación (si usas ese enlace y luego compras, me dan unos céntimos), pero eso no quiere decir que os vaya a recomendar cosas que a mí no me funcionan.
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¿Qué se pone primero el rubor o el iluminador?
La respuesta a esta pregunta depende del efecto que desees conseguir y de tu rutina de maquillaje personal. Aquí te presento dos opciones:
Rubor antes del iluminador: Si deseas un efecto más natural y discreto, puedes aplicar el rubor antes del iluminador. De esta manera, el rubor se mezcla con el iluminador y crea un aspecto suave y luminoso.
Iluminador antes del rubor: Si deseas un efecto más dramático y evidente, puedes aplicar el iluminador antes del rubor. De esta manera, el iluminador resaltará sobre la piel y el rubor le dará un toque de color y definición.
En ambos casos, es importante difuminar bien el rubor y el iluminador para evitar que queden líneas o manchas y conseguir un aspecto natural y elegante. También puedes ajustar la cantidad de rubor e iluminador según tus preferencias personales y el look que desees conseguir.
¿Cómo elegir el color del iluminador?
Al elegir el color del iluminador, es importante tener en cuenta el tono de piel y el efecto que deseas conseguir. Aquí te presento algunos consejos para elegir el color del iluminador:
Tono de piel: Si tienes un tono de piel claro, los iluminadores en tonos rosados o dorados pueden quedar muy bien en tu piel. Si tu piel es de tono medio, los iluminadores en tonos champán o melocotón pueden ser una buena opción. Si tu piel es más oscura, los iluminadores en tonos bronceados o dorados oscuros pueden destacar mejor en tu piel.
Tipo de iluminador: Los iluminadores en polvo suelen ser más sutiles y discretos, mientras que los iluminadores líquidos o en crema pueden ser más intensos y brillantes. Ten esto en cuenta al elegir el tipo de iluminador que deseas.
Efecto deseado: Si deseas un efecto más natural y discreto, elige un iluminador con un brillo suave y sutil. Si deseas un efecto más dramático y evidente, elige un iluminador con un brillo intenso y llamativo.
Combinación con el maquillaje: Si deseas combinar el iluminador con tu maquillaje, asegúrate de elegir un tono que complemente tus sombras de ojos, rubor y labial.
Recuerda que el color del iluminador también puede variar según la luz y el ángulo en el que se aplique, así que experimenta con distintos tonos y encuentra el que mejor se adapte a tu piel y a tus preferencias personales.
¿Qué tipos de iluminadores hay?
Existen diferentes tipos de iluminadores, cada uno con sus propias características y ventajas. Aquí te presento algunos de los tipos más comunes:
Iluminador en polvo: es el tipo de iluminador más común y fácil de aplicar. Viene en una presentación de polvo compacto y suele ser más sutil que otros tipos de iluminadores. Se aplica con una brocha grande y suave en las áreas que deseas resaltar.
Iluminador líquido: es un iluminador más intenso y brillante que el iluminador en polvo. Viene en una presentación líquida o en crema y se aplica con los dedos o una esponja. Es ideal para conseguir un aspecto luminoso y brillante en la piel.
Iluminador en crema: este tipo de iluminador se aplica con los dedos o una brocha y suele ser más cremoso y suave que el iluminador líquido. Es perfecto para conseguir un aspecto natural y radiante en la piel.
Iluminador en lápiz: este tipo de iluminador es fácil de aplicar y es perfecto para iluminar áreas específicas del rostro, como la línea de las cejas o el arco de Cupido. Se aplica directamente en la piel y se difumina con los dedos o una brocha.
Iluminador en spray: este tipo de iluminador se aplica con un spray y es ideal para conseguir un efecto luminoso y uniforme en toda la piel. Se aplica después del maquillaje y se difumina con una brocha o esponja.
Cada tipo de iluminador tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que es importante probar diferentes opciones y elegir la que mejor se adapte a tu piel y a tus preferencias personales.